El alumno

El otro día, uno de mis alumnos de seis años, que considero uno de mis alumnos más originales de este ciclo escolar, corrió desde que me vió para abrazarme fuerte de la cintura. Milagro que no me preguntó por qué estaba tan flaca o que no me dijo que quería que yo fuera su máma mejor, mientras cada clase se le escapa decirme mami cuando quiere pedirme permiso para ir al baño o requiere de ayuda. Ese día sólo me apretó bien fuerte ( los apretones de niños no deben de ser subestimados de fuerza, aveces me siento entre langostas), y me dijo con un grito, TEACHER tu eres mi pedacito de ajonjolí !, esto me dió mucha risa, y ternura porque siempre lo había relacionado no se porqué como mi alumno mitad pájaro. Ese día me comprobo que mi sentido de intuición aún no falla por más extraño que sea su mecanismo.