Mi tio canadiense, nos regalo un columpio donde caben dos personas, grande de madera, precioso. Lo armo frente al jardin, y en navidad le pondremos foquitos. Se puede estar de noche y si te recargas, puedes ver las estrellas cuando el smog de tijuana lo permite sin que te duela ni un segundo el cuello. Desde que lo armo, todos los dias que llego, me siento sola a mirar la luna y a oler el obelisco del jardin de mi mama.
Se lo agradezco tanto el hermoso columpio a mi tio, que podria aguantar a sus dos insoportables hijas una navidad mas y eso que ya le habia dicho a mi mama que otra como la del anio pasado, JAMAS!.
Mio tio es un tipo muy agradable, es obvio que no es de mi sangre, porque no puedo decir eso de nadie mas de la familia.
Gracias a el he descubierto, que si te columpias lo suficiente, te puedes bajar con la suficiente felicidad para tener dulces suenios.
Amo mi nuevo columpio, como todos pueden darse cuenta.
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