El otro día que vi a un ex novio, ex mejor amigo, ex super compañía de mi vida. Tuve una sobredosis de café. Intente platicarle todo lo ocurrido en seis meses o más de acontecimientos en media hora, ya que noté mi sobredosis me sorprendí que aún estuviera escuchandome y no estuviera mareado solo riéndose de mis palpitaciones aceleradas de corazón. Recorde que había un porcentaje muy mínimo de hombres que saben verdaderamente escuchar, pero que ellos escuchan mejor que cualquier mujer.
No relacionó nada de lo contado con su vida personal, ni sacó anécdotas sólo para girar la conversación ahora hacia él. Sólo me miró con unos ojos profundos de interés mientras seguramente él pensaba "ay Vero no has cambiado ni tantito, nunca te compusiste."
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